LOS DINEROS DE PROBEIS

PROBEIS

RINCON BEISBOLERO

Por José Carlos Campos

 

4 de Marzo de 2019- Tardó más en darse a conocer el monto del presupuesto que ejercerá PROBEIS este año que en levantarse una muy justificada polémica en el seno de la opinión pública por el tema. Varios millones de pesos, 350 al menos, dirigidos a la oficina de la presidencia que debe atender asunto exclusivos del béisbol.

 

En el debate que se mueve mucho por el coraje que se entiende y justifica, el contraste entre lo que se aplicará de dinero a un proyecto que se advierte incierto y el criminal olvido a programas que necesitan/urgen esos millones para la elevada tarea de salvar vidas.

 

Habría que agradecer que el presidente no tenga como afición el paracaidismo, que si no, ya estuviéramos teniendo a cientos de fieles creyentes surcando el cielo.

 

Pero más allá de eso, con todo y que sea el béisbol el deporte de nuestra predilección, la dura razonada sobre un proyecto que como nos parece hasta hoy una carretera mal trazada: sale de ninguna parte para tratar de llegar a ninguna parte. Todo parece anclar en un sueño (no dijimos capricho) personal: que en seis años tengamos a 80 peloteros actuando en Grandes Ligas.

 

Así, sin más, todo queda en que la trascendencia individual del gobernante queda registrada en la historia como el individuo que por arte de magia logró el salto cualitativo (milagro) de hacer crecer la presencia de mexicanos en las Ligas Mayores de menos de 10 peloteros en 2019 a 80.en 2024.

 

¡San Manfred nos ayude!

 

TAREA- No diremos que el proyecto no resulta interesante y hasta atractivo pero la verdad, “no tiene patas”. El proyecto que mueve a PROBEIS no es un proyecto “vital” o necesariamente prioritario para nuestro país, no surge de una reclamo ciudadano mayoritario, de una demanda social postergada por años.

 

Surge sí, de un afán presidencialista, de un ánimo meramente individual que nace de un “sueño” alimentado en las “cáscaras” con los cuates e incursiones en ligas amateur en donde se codeó con exprofesionales. Que si el slogan de venta fuera “por la niñez mexicana” entonces mejor hubiera sido dirigir recursos desde el presupuesto de la CONADE a las ligas infantiles.

 

Lástima que el “soñador” que hoy porta la banda presidencial desdeñe, descalifica y menosprecie a lo que llama “sociedad civil”, ese colectivo del cual emergió él, que lo encumbró y lo hizo su Tlatoani.

 

Academias “a la mexicana”, sin el visoreo y guía de MLB, movidas solamente por el “capricho original”, ahí radica en mucho la intención final. La parte cualitativa la tendrá que dar qui9en dirige el proyecto (Edgar González) quien seguro anticipa el desenlace si es que no se cumple la meta: “falló el responsable, yo nada más aporté la gran idea”.

 

Solo faltaría que el Soñador diga que “en la reelección sí alcanzamos el objetivo”.

 

¿CONTRAPESO?- Como en muchas otras cosas en la vida nacional de hoy, pareciera que el proyecto de PROBEIS no tiene quien lo cuestione si no acude al “ese dinero debiera ser para otros asuntos más grandes y urgentes”, que vaya que los hay.

 

Un ejemplo lo sería el silencio convenenciero del sector profesional. Las academias que se anuncian son en todo caso, competencia directa contra lo que el sector privado realiza y que dice que “le cuesta mucho”. Hay comodidad entonces, esperando que el gobierno gaste y saldos del producto caigan en las alforjas de la IP.

 

La contracción evidente nace de lo acomodaticio. Dejarán que el gobierno se muera solo en una idea hecha proyecto al que se le desea pero no se auguran buenos resultados. Los dineros (muchos) se destinarán a la aparente noble tarea de “hacer más beisbolistas”. Y más aún, que estos sean de nivel ligamayorista.

 

Y por más que esto deje ver ciertos beneficios sociales, no podrá sustituir la idea de que al hacerlo simultáneamente se están dejando de ayudar a miles de mexicanos con cáncer, a miles de mujeres violentadas…

 

No todas las veredas llevan al béisbol. Hay brechas que nos llevan a aspectos más humanos. Por ahora, PROBEIS parece un atajo a la nada.

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