LA LMP, AL RITMO DE LA PANDEMIA

sin publico

 

RINCÓN BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

15 de Septiembre de 2020–Como para generar cierto grado de entusiasmo entre la fanaticada, pendientes del status que guarda la crisis sanitaria en México, las autoridades se han encargado de quitar el color rojo del semáforo epidemiológico, ya la mayoría es color naranja y algo se pinta de amarillo. Ergo, se abren las puertas como para pensar que en el casi inminente mes de Octubre, los estadios deportivos puedan recibir a las personas.

 

Particularmente, en Sonora y Sinaloa se crean expectativas de que al menos (según se ha dicho) los parques de pelota se pongan en operación durante el desarrollo de la LMP con asistencias permitidas de un 40 o 50 por ciento de su aforo total.

 

Suponiendo, sin conceder, que así se determinara, habrá que esperar para constatar la eficacia de los protocolos que cada club aplicara para garantizar en lo posible la correcta dispersión de este porcentaje de asistencia, cómo sería que lograran ubicara dichas asistencias respetando las medidas de sana distancia, las medidas de ingreso a los cosos y la convivencia dentro de las instalaciones.

 

Todo corre, insistimos, al ritmo que marca la pandemia, todo quede sujeto a la situación que impere en esos días y que desde la óptica oficial, se supone que será “menos grave” que ahora.

 

Claro que quedan pendientes, al menos que se informe, los planes que (creemos) que existen para eventualidades (no deseadas) como los de contagios de peloteros, umpires o cuerpo técnico p el que en una plaza de repente “brinquen” los contagios.

 

Queda menos de un mes para toparse de frente con la realidad.

 

MICHAS- Lo menos es llamar “polémica” a la medida tomada por los clubes de la LMP en el sentido de debido a la situación, se está ofreciendo a los peloteros salarios reducidos a la mitad de sus salarios de 2019. Ya ha habido expresiones públicas de disgusto ante tal hecho, que en definitiva no se pueden desdeñar.-

 

Hay que tener presente que gran parte del pelotero mexicano no tiene actividad desde hace más de un año, que se han mantenido paralizados, sin ingresos por cerca de doce meses y que por obviedad, esperarían resarcir en la anunciada temporada 2020-21 de la LMP  algo de lo mucho que han dejado de ganar.

 

Las comparaciones, algunas, son odiosas, no hay forma de ver en términos de asimetría lo que sucede en las Mayores con la situación en México. Aquí, aplicando los extremos, podría decirse que ya para algunos la situación es desesperante.

 

Ahora bien, también hay que apuntar que la situación financiera de los clubes debe suponerse agravada y que llevar a cabo la campaña les exigirá no pocos gastos adicionales, no menores, que impactan a sus finanzas. En ese tenor se ubicarían los que deberán hacer para garantizar las condiciones máximas de higiene e inocuidad de los estadios y de preservación de la integridad sanitaria de sus jugadores (hoteles, viajes, etc).

 

Aún así, saber de que al jugador se le reduce el sueldo en un 50 por ciento no deja de verse como algo grave, por no decir que injusto.

 

DESLIZ- Dentro de los posibles protocolos que establezca la LMP podría considerarse la limitación que cada club imponga para la presencia de medios de comunicación a los juegos. Esto sería, por decir algo, que la presencia de comunicadores sería acotada, que sería restringida la presencia de periodistas (y de quienes dicen serlo) en el campo de juego y dogouts, estrechando lazos cercanos con peloteros, managers y coaches (que luego se hacen fuentes).

 

Nada qué lamentar, que no sea el raspón a algunos egos. Esto sería lo menos importante de la cadena de medidas. Y es que no falta que en algunas plazas, el periodismo beisbolero crea que portar un gafete es símbolo de inmunidad. Ahí será para la otra.

 

La pandemia tiene otros datos.

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