RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
14 de Junio de 2022- Digamos que es la parte alta de la quinta entrada y es buen momento para hacer un corte parcial del juego. Falta justo la mitad del encuentro y aunque no hay nada para nadie, las tendencias se marcan ya. Esto es una visión de la campaña 2022 de la LMB en donde hasta ahora, el gran protagonista lo ha sido la pelota “Rawlings” en uso.
Que si nos aventuramos a etiquetar algo como ”sorpresa” sería a que tanto Tecolotes de Nuevo Laredo y Olmecas de Tabasco lleguen a estas instancias en calidad de equipos líderes de sus respetivas divisiones, además de subrayar el tiempo en que se han sostenido en dicha posición.
Cierto es que a últimas fechas ambas escuadras parecen venir a menos, como que el gas se les viene acabando pero lo hecho hasta ahora es muy de resaltarse.
Lo segundo sería mencionar que han sido nueve, sí, nueve los cambios de manager registrados, nueve movimientos que revelan la alta inestabilidad predominante, la falta de concurrencia del término “proceso” en los clubes y la visión resultadista con que se mueven las directivas. Nada queda para mañana, todo debe ser hoy y son los managers a quienes hacen responsables de esta visión tan cortoplacista.
Un tercer punto a destacar sería que a mitad del calendario, y tal vez derivado del primer punto, son diez los bateadores que aparecen con promedios superiores a las 400 milésimas, con el líder Alberth Martínez Durango) mostrando un .445 que por decir lo menos, resulta y resalta casi increíble.
En la segunda mitad del rol, podemos esperar se sigan cerrado la brecha entre los equipos de la zona sur y que por lo menos no se acentúe más lo que es la parte sotanera de la zona Norte.
ARISTAS- Ya en el seno de la liga, nos imaginamos que este corte de caja parcial debe centrarse en objetivos más económicos que deportivos. Tal vez lo primero sea que evalúen lo que han dejado las jornadas de martes y miércoles pactadas a siete entradas, duración de los juegos, los ratings televisivos y las asistencias a los estadios.
No sabemos si en su análisis interno vayan a darle un buen repaso al efecto que está teniendo la pelota en uso o si ello sea sobrellevado bajo el prurito de eso ya estaba contemplado.
Tal vez para la liga hablar de “nivel” de espectáculo” sea hablar de algo intangible o especie de “en gustos de rompen géneros” porque no creemos que deseen adentrarse en calificar o identificar lo que está siendo lo que se muestra al aficionado.
Tal vez y ya desde ahora, estén echando cuentas de cómo es en Octubre venidero harán público que en 2023 o hay expansión o se van dos plazas pero llegan otras dos. Vender la ganancia sin hablar de la pérdida.
ESTELARES- Este fin de semana, en Monclova, el llamado Juego de Estrellas de la LMB sobre el cual se ciernen algunos cuestionamientos aún y ser, se entiende, solo un juego de exhibición en el cual muy poco hay por disputarse.
Llegan los más votados por la fanaticada y eso debiera, en el supuesto, asegurar de alguna manera que la gente en el estadio de Monclova se vuelque y que a cambio reciba un encuentro que no se quede solo en lo que ahora denominan “emocionante” y que llega a entenderse más de una vez como pitcheo ausente.
Que cumpla su cometido de manera cabal y que no sea pretexto para que las redes sociales se llenen de “selfies” y narcicismos exacerbados.
RETO- Comienza la aventura de Roberto Osuna en Japón y lo menos que se le desea es que tenga el mayor de los éxitos. Ojalá en su equipaje lleve la motivación suficiente para salir avante en este reto que no es del todo sencillo.
Y es que emigrar al béisbol de oriente no solo es intentar adaptarse a culturas y tradiciones diferentes sino que exige entenderle a la manera en que los japoneses entienden al béisbol y lo que exigen de los peloteros foráneos. Osuna tiene los talentos y la experiencia suficientes como para foguearse en ese nivel, el reto es suyo, de nadie más.