SUENA QUE SUENA: DE MARIACHIS A CORREGIDORES

FUTBEIS

RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

22 de Junio de 2022- Si de atender señales se trata, nos late que el cercano futuro de los Mariachis de Guadalajara no pinta nada halagüeño. La franquicia de nuevo ciño aunque de amplia data en LMB atraviesa por un momento complicado en este 2022 que se presta para suponer (o especular) que posiblemente estén en la lista de las plazas que pudiera emigrar en 2023.

 

La reciente de la liga por cuanto a decretar un “forfeit” a los Mariachis, revela que ha desaparecido el supuesto “power” del que se hizo el club luego de su aparición casi “mágica” en 2021m sustentada en mucho por la poco agazapada y nunca reconocida presencia tras bambalinas del peso de Palacio Nacional. Para muchos, fue un capricho (o “dedazo”) del nunca prospecto tabasqueño quien hizo posible que Guadalajara regresara al al beisbol de verano.

 

De la magia del año anterior al penar de este 2022, del auge y euforia a la triste realidad: “adiós” a las grandes contrataciones, “adiós” a nombres y trayectorias. Ha sido en verdad, una caída estrepitosa.

 

La presunta falta de liquidez de Mariachis, de la que mucho se ha hablado este año, se deriva de que dejó de gozar de los favores de quien recomendó su llegada a la LMB. Sin PROBEIS como “apoyo moral”, el rico se hizo pobre y hoy se advierten las consecuencias.

 

Diría el clásico, “se acabó lo que se vendía”.

 

RASTROS- Siendo al parecer ya confirmado que para 2023 se sumarán a la LMB las plazas de Querétaro y Chihuahua, sin que la liga establezca si en calidad de expansión o de mudanza de plazas, daremos a lo segundo más viabilidad y en ese tenor, Guadalajara se mete en la “polla”.

 

Jugando a lo más cercano, la eventual mudanza del equipo sería a tan solo 380 kilómetros desde la perla tapatía, moverla a Querétaro para ahí aposentarse en el futbolero estadio “Corregidora” donde lo podrían esperar un nuevo mercado y capital “fresco”, este último no necesariamente alejado del erario luego de que su origen está ligado cercanamente al gobierno estatal en turno.

 

Eso es mejor a que las finanzas del club se sigan hundiendo y que tengan que exponerse al seguir revelando adeudos con medio mundo, sin que la propia liga se atreva siquiera a dar a conocer la precariedad del socio. Eso sea, tal vez, para no agregar una raya más al tigre.

 

RELEVANTES- Los tres jonrones conectados por Isaac Paredes el martes antes Yankees sirve para reiterar, con hechos, de que esta viene siendo una muy buena campaña para algunos de los pocos mexicanos que pululan en Grandes Ligas este año.

 

Junto a lo hecho por Paredes se suman las buenas actuaciones de Alejandro Kirk con Toronto, José Urquidy con Astros y Julio Urías con Dodgers, tercia que de alguna manera ha dado de qué hablar en este 2022. Sumaríamos dos elemento más, para que luzca más el comentario: Luis González con Gigantes y el reciente llamado con Tampa de Jonathan Aranda.

 

Años atrás, esto hubiera generado una estridencia de altos decibeles y un cerrado pleito por equipos que se estarían peleando la “paternidad” beisbolera del pelotero. “Nuestro jugador llega”, “nuestro pelotero brilla”, “el descubierto por nosotros” y demás zarandajas tan utilizadas años atrás.

 

Pero a fuerza de ser sinceros, lo que denota la irrupción de esta generación de peloteros nacionales es el peso e influencia que hay en ellos por haberse formado en ligas infantiles y juveniles y la escasa, por no decir nula, influencia de eso que llaman “beisbol mexicano”, hoy casi atascado entre el pasado remoto y el inmediato.

 

Las cosas han cambiado y mucho. La carretera para llegar a las Mayores se ha librado de estorbos monopólicos, sujeciones económicas inaceptables y caprichos caciquiles que ya hasta un boicot le costó a nuestra pelota.

 

Hasta podríamos decir que hoy quienes llegan son peloteros “libres”, mucho más de lo que pudiera pensarse.

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