EN MIAMI, ENCUENTRO CON EL FUTURO

arozarena

RINCÓN BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

16 de Marzo de 2023- Hay que reconocerlo: la selección mexicana de béisbol no quedó a deber en lo que fue la fase de grupos del Clásico Mundial y muy al contrario, deja un buen sabor de boca tras lo logrado tras los cuatro juegos en que vio acción, marca de tres ganados a cambio de solo una derrota que se recibe con parabienes. Y quedó como líder del grupo, logro no menor.

 

Digamos que la calificación a cuartos de final estaba dentro de lo presupuestado aún y que la derrota ante Colombia alteró un poco el patrón así como lo ajustado del score ante la Gran Bretaña. A cambio, dos victorias, contundentes ambas, ante Estados Unidos y Canadá.

 

Haciendo un análisis general, en trazos gruesos, se puede decir que la estrategia de administración del recurso humano, del roster, fue apropiadamente ejecutada por el cuerpo técnico de la selección, en particular el pitcheo. Se dosificó de acuerdo a las reglas del torneo, se optimizó muy correctamente y con respecto al manejo de la plantilla de jugadores de cuadro hay que decir que se actuó con tiento.

 

Por departamentos, nivel muy parejo en el desempeño tanto del pitcheo, del bateo así como de la defensiva, haciendo patente la característica de ser, evidenciado, un equipo de talla grandes ligas.

 

Aún sin ser un nombramiento oficial, queda patente que el título de MVP del equipo pertenece a Rand y Arozarena, el cubano nacionalizado mexicano que dejó en claro su categoría como gran y oportuno bateador al cerrar este pequeño rol de juegos con nueve carreras producidas.

 

Digamos que ha sido una actuación redonda, hasta ahí.

 

LA FORMA- La forma, el empaque mostrado por el equipo mexicano revela que el proceso de armazón del equipo fue atendido de manera correcta y ajena a la intervención de “manos negras” tan comunes en ocasiones anteriores. Se advierte que se nota que la gerencia del equipo, a cargo de Rodrigo López, quedó a salvo de esas intervenciones que más de las veces más que ayudar, sabotean las intenciones.

 

Claro está que lo que sobresale es el ánimo de los peloteros, muchos de ellos comprometidos seriamente con el equipo aún y que se especule que no sea precisamente, el de su país de origen.

 

Poco negativo se puede decir de jugadores como Rowdy Tellez, Alek Thomas, Patrick Sandoval o Austin Barnes. Se fajaron a la buena y dejaron claro que son profesionales.

 

SIn mucho qué agregar, esta evidente simbiosis entre ellos y el equipo deja ver en mucho el buen trabajo de conjunción que ha llevado a cabo el manager Benjamín Gil. A querer o no, se quiera reconocer o no, lo acepten los malquerientes o no.

 

NEXT- Lo que sigue es la aduana semimayor, Miami, en donde el cuadro azteca tendrá que enfrentar a Puerto Rico, quien obtuvo su pase luego de asestar doloroso revés a la selección de Dominicana. Un resultado que dolió en serio a los dominicanos.

 

 No habrá mucho tiempo para especulaciones y vaticinios. Es el juego del “todo o nada” y para encarar a los boricuas el abridor anunciado será Julio Urías, quien llegará investido como la mejor carta del pitcheo mexicano.

 

A la espera entonces de lo que suceda. Solamente a la espera.

 

TOZUDEZ- El Clásico Mundial ha sido arena para que nuevamente, se desate la casi obligada obsesión porque los clubes mexicanos declaren “paternidades” sobre Equis o Zeta pelotero. Es como una ciega obsesión cundiera en las organizaciones para que así se vea (y entienda) que ellos, los clubes, son “responsables” de que el pelotero brille.

 

No entendemos de bien a bien este capricho por colocar al jugador un eventual sello de “derecho de propiedad”, cual si esperaran que el jugador, terminando el juego, declare en tono propio del “Ratón” Macías que “todo se lo debo a mi club”. ¡Bahhh” , pobres intentos por hacerse de paternidad prestada.

 

¿Qué Irwing Wilson produjo dos carreras? Pues rápido a decir que es “producto” de Tigres, faltaba más.

 

¿Qué Arozarena brilló con intensidad? Pues en forma inmediata a hacer recordar que tiene una hija en tierras yucatecas.

 

Así por el estilo.

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