RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
17 de Abril de 2024- El tema lo sigue siendo la aparente “desmexicanización” que sufre la LMB este año, esto por no decir que priva la extranjerización que algunos, pocos, que en términos muy en boga pudiera representarse como un primer esbozo de “gentrificación” del circuito veraniego. El asunto se reaviva al calor, por ejemplo, de las declaraciones del cubano Henry Urrutia que lejos de apaciguar las olas, las agita.
Todavía más, las averiguaciones arrojan que un total de 400 peloteros no nacidos en México están en circulación lo que se traduce en sean muy pocas, en verdad escasas, las plazas que ocupan los nativos del país.
Esto se lleva por los aires el tema del desarrollo, algo de lo cual la LMBV se colgó durante décadas algo a lo cual aparentemente se le ha dado la vuelta en lo que puede interpretarse como una renovación al tipo de espectáculo que se presenta o lo que podría ser lo mismo, al modelo de negocio que ahora está en vigencia.
Si uno se apega al discurso que ondea el presidente de la liga, Horacio de la Vega, se creería que hoy la LMB está en bonanza, que está ingresando un dineral y que los 20 clubes están en jauja. Habla el titular del circuito con cifras y números que vistos con recelo podrían ser “los otros datos” que imperan en el sector oficial y ya causa “ñáñaras”.
Pero pareciera que ante cualquier signo de descontento, queja o duda, la respuesta será “nahhh, no se preocupen, los aficionados pronto se acostumbrarán”. Y nadie que piense que tal vez una generación de peloteros mexicanos se perderá, ¿para qué y por qué preocuparse?
EXPANSIÓN- La misma LMB se autoimpuso una expansión que se antojaba innecesaria y sobre la cual muchos pensaban: “genial, así habrá más puestos de trabajo”. Tal vez las elucubraciones llegaron demasiado temprano.
Se crearon buenas expectativas sobre Querétaro y Chihuahua, llevados tal vez de la mano de que con la “extranjerización” les iba a alcanzar para llegar al menos, a la media de la competitividad esperada.
Hubo en esta anticipada apreciación, un evidente desdeño al comprobado arraigo y al impacto regional de la liga Estatal de Chihuahua, circuito que tiene muy definida su presencia en la vida socio-cultural del estado además de que en el pasado ha dado muestras de que la capital del estado más grande de México no resulta ser una muy buena plaza para la pelota profesional.
El martes pasado se llevó a cabo el primer juego como local de los Dorados, que cuentan con uno de los estadios más modernos de la liga con capacidad para 14 mil 500 espectadores. Buena ocasión para medir el grado de penetración para la nueva franquicia, del grado de aceptación para la pelota de LMB entre la afición local y pues no, nada por lo cual aventar cohetes al cielo: apenas 6 mil 835 aficionados presentes que como dato es regular, como presagio diremos que nada bueno.
Pero no faltará quien diga, “denle tiempo a la fanaticada, ya se acostumbrarán”.
FIGURAS- El tema de la “extranjerización” en la LMB nos lleva irremediablemente al tema de las eventuales figuras que puedan surgir, que resulte todo en una producción efímera de figuras porque los foráneos, ya se saben. Suelen tener estancias muy breves en el béisbol nacional, siendo los que a les va mejor un plazo de 5 o 6 años.
Este año seguramente veremos que se levanten las figuras de 2 o 3 peloteros a los que se les echarán loas que muy probablemente se apaguen en uno o dos años, la continuidad no está garantizada. O tal vez, pensando en forma optimista, el seguro carrusel de peloteros que se verá este año haga obligado que regresen a la actividad a los nativos desplazados, esos que a veces de manera callada, hacen chamba para el reconocimiento.
Lo cierto es que no, es muy temprano para pensar en que uno se acostumbre a esta visión de “pelota nueva”, a que logre arraigo a un deporte que a fuerza de verlo como un negocio “must be” sea arrastrado con el tiempo para recibir, dentro del corto plazo, otro borrón y cuenta nueva. ¿Será en el 2025 en que la LMB cumpla 100 años?