ALGUNOS BACHES DE LA COMPETITIVIDAD

LEONES

RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

6 de Junio de 2024- Lo más común y socorrido es que la afición pida/desee que toda liga profesional se revele como una entidad no solamente bien organizada sino que presuma de manera legítima su nivel de competitividad, entendida ésta como que se desarrolle y se sostenga en rangos, digamos, “normales” de equilibrio entre todos sus contendientes.

 

Se sabe que esto último es una aspiración lejanamente alcanzable, alguien tiene que ganar, otro tiene que perder pero en el medio se pide que al menos, no se adviertan lo “huecos” que se representan como las notables diferencias en su accionar. Lo común es que se diga, año con año, que hay equipos “buenos” y equipos (ni modo) “malos”, la diferencia la hace el número de victorias.

 

Todo lo anterior nos conduce a la pregunta, diremos que es de ocurrencia, acerca de si la actual temporada de la liga (antes) Mexicana de Beisbol se está conduciendo sobre los rieles de la competitividad, si se está viendo un nivel óptimo de “equilibrio”. Vamos, esto es algo casi inocente y que bien pudiera responderse de forma rápida, sin herir sentimientos y afinidades.

 

Y es que a manera de justificación diremos que esto lo motivó dos resultados de juegos celebrados el miércoles 5 de Junio, uno que ganaron los Rieleros de Aguascalientes 20-6 a los Conspiradores de Querétaro y el 20-2 que los Leones de Yucatán asestaron a los Algodoneros de Unión Laguna. Se pueden ver, claro, como palizas que no son tan normales; que se dan de vez en cuando en cualquier liga pero esto nos llevó a mejor checar las estadísticas ya que, dicen, estas no mienten.

 

CLARIDAD- Lo primero fue checar los promedios de efectividad que muestran los equipos a manera individual encontramos que solamente tres son los que manejan promedios de menos de 4.00; Leones, Diablos y Sultanes. Le siguen siete arriba de las 4 carreras por cada nueve entradas y los diez restantes, ocho de ellos andan con promedios de PCL arriba del 6.00.

 

Digamos que las cifras no son nada halagadoras y lo sentimos, dejan en claro qué tipo de temporada se está teniendo si es que agregamos a lo anterior que 15 de los 20 equipos enseñan como promedio de bateo cifras superiores a .270.

 

Uno supondría que por las características impuestas este año de extranjerizar a los equipos, con el arribo masivo de lanzadores extranjeros, se iba a enderezar en algo la tendencia a que la liga ya no seguiría siendo un circuito ideal para el bateo y que de paso, echaría a la bolsa de la basura el mantra soberbiométrico de que en esta tendencia está presente el factor estadio. Pues por lo visto hasta ahora, se confirma que la soberbiometría se basa en pamplinas.

 

Ahora bien, este presunto desequilibrio entre pitcheo y bateo fuerza a tener de frente la respuesta a que si la L(a)MB está avanzado en su intentona de hacerse una liga más competitiva e intentar así justificar las medidas extranjerizantes. Porque hasta ahora, la respuesta puede que no le gusten a su presidente, Horacio de la Vega.

 

AL HULE- “De por sí éramos muchos y parió la abuela”, cabe citar el dicho al saberse que el pitcher José Hernández Urquidy, de los Astros de Houston, se irá al hule por un buen tiempo al tener que someterse a una operación. La menguada delegación mexicana en Grandes Ligas sufre así una baja importante que hace que sean menos los connacionales a los que se les siga la huella.

 

Y si de dar saltos se trata, a poner en perspectiva el quiénes serán los que integran la siguiente generación de ligamayoristas mexicanos, en dónde se están cocinando. Porque lo más fácil sería decir que hay que poner ojo en Estados Unidos, en las ligas menores, en checar nombres latinizados, en checar si es que aplican para la doble nacionalidad porque aspirar a que lleguen nativos forjados en nuestro país es tanto como pedir que haya tres navidades al año.

 

Nos alejamos del desarrollo, ahora aspiramos a algo semejante a la generación espontánea.

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