PAQUÍN ESTRADA, ¿CÓMO DESPEDIRSE DE UN GRANDE?

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RINCON BEISBOLERO

Por José Carlos Campos

 

10 de Diciembre de 2019- Duele redactar la presente entrega, por más que la cuestión periodística deba prevalecer. El encabezado es que ha muerto Francisco “Paquín” Estrada, el contenido lo es el profundo pesar por la partida de quien ha sido uno de los grandes personajes de este deporte en México.

 

Hoy no es tan irrelevante el hecho de que la suerte nos haya regalado la oportunidad de conocer y convivir con un Grande del deporte de nuestras preferencias. Muchos años de saber de su paso por una profesión que para Paquín lo fue todo y a la que entregó, esencialmente, lo mejor de su formidable talento.

 

Alguna vez soltando la pelota junto a él. Le escuchamos decir: “no te guardes tu mejor pitcheada para mañana, que a lo mejor mañana no hay juego… o no te suben a la loma”. Filosofía de vida que compartía de manera cifrada.

 

En el obligado compendio que se debe compartir, habrá que decir que Paquín Estrada puede reclamar el que se la califique como el mejor cátcher mexicano de todos los tiempos y si no, debatir quién y por qué lo supera. Receptor que dejó escuela, con una técnica no muy ortodoxa a veces, velocidad de manos antes que fuerza de brazo, experto en manejo de lanzadores y lector de situaciones.

 

“Es que yo veo el juego de frente, por eso no fui jardinero” decía sonriendo, la misma sonrisa cuando recordaba que alguna vez, jugando para los Yaquis de Ciudad Obregón, llegó a ser cuarto bat. “Esa sí no me la creí, creí que era broma de Marte de Alejandro (su manager) pero ahí están los box scores: cuarta varilla y pa´tras los fielders”.

 

CHiSPAZO- Fue en la temporada 1982-1983 de la Liga Mexicana del  Pacífico que don Juan Manuel Ley, presidente de los Tomateros de Culiacán, le dio la oportunidad de convertirse en manager. Había sido despedido el cubano Ossie Álvarez y el jerarca guinda vio en Paquín al sucesor ideal.

 

“Pensé que se trataba de una puntada de Juan Manuel o que en todo caso, era algo  nomás así de paso, interino. Pero pues no, mira hasta donde llegué”, platicaba evocando aquel que fue el inicio de lo que ha sido una de las más brillantes trayectorias de un manager mexicano.

 

Suele que más que asombrarnos el recuento de sus campeonatos obtenidos tanto en LMP como en Series del Caribe o LMB, lo que convoque al reconocimiento a Paquín sea la forma en que sus excompañeros de profesión se refieran a él, incluso quienes en algún momento dado tuvieran diferencias siendo el de Navojoa su timonel. Y es que ante un personaje como Paquín, poco margen había para el diferendo.

 

Aún los umpires lo recuerdan como alguien al que pocas veces se le subía el temperamento al nivel máximo, algo que no pocos consideraban como defecto de Estrada, a quien acusaban de “falta de carácter”. Habrá que recordar aquel año en la LMP que siendo manager-jugador, se puso de acuerdo con su pitcher Salomé Barojas para dejar pasar una recta y que este se estrellara en el pecho de José María Guerrero. Así la sobria picardía del Paquín.

 

ESCUELA- En las secuelas de la hoy ausencia física de Estrada, habrá que leer y escuchar las voces de muchos a quienes hoy invade la tristeza al saber que quien fuera su manager, y mentor, se ha adelantado. Peloteros a quienes Paquín dio la oportunidad, les abrió la puerta para que ingresaran a triunfar. En el caso de los Tomateros de Culiacán, tuvo a su mando la mejor generación de peloteros en la historia de la franquicia guinda y junto a ellos, momentos etiquetados por la gloria deportiva.

 

La generación de Benjamín Gil, los hermanos Magallanes, Ricardo Rincón, Rodrigo López, Guillermo Velazquez, Sherman, Manzano, Perica Hernández, JJ López, Heriberto García… esa camada que atesora los recuerdos y que se recuerda bajo el manto de un dirigente que los supo conducir a buenos puertos.

 

Y en la despedida, que sean palabras de Paquín, no las nuestras; “el beisbol tiene magia. Pase lo que pase en tu vida, todo se olvida al momento de ponerte el uniforme, que pisas un campo. Empiezas a transformarte. Si sientes el beisbol. si de verdad lo quieres, transforma tu vida, y sufras lo que sufras, no te afecta, eres feliz solo con la oportunidad de jugar.”

 

Hasta siempre Paco, hasta siempre.

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