PAQUÍN ESTRADA, LOS MEJORES AÑOS FUERON GUINDAS

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Por: José Carlos Campos

 

10 de Diciembre de 2019- “Ese muchacho va a ser buen manager”, dijo a quien quiso escucharlo don Juan Manuel Ley en aquel Noviembre de 1982, luego de que el presidente de los Tomateros de Culiacán lo nombrara manager del equipo.

 

“Lo elegí porque ví en él lo que entonces necesitaba: seriedad, astucia y tamaños para no achicarse”, fue lo que en el recuerdo comentaba don Juan Manuel sobre Paquín Estrada. Y el nombramiento el acierto que se hizo histórico.

 

Hoy, ambos personajes históricos del béisbol mexicano están ausentes y se valen las alegorías mentales: hoy, en alguna parte, se estarán reuniendo para conversar y dar oportunidad para que “Paquín” se sonría al escuchar a su antiguo jefe decirle “no me chingues, Paquín”.

 

Se ha ido el personaje nacido el 12 de febrero de 1948 en Navojoa, Sonora, reconocido como uno de los máximos exponentes del beisbol profesional en nuestro país, deporte en el cual debutó a la temprana edad de 15 años. El béisbol es de números: se le reconoce al haber sumado más de 100 temporadas combinando sus actuaciones como jugador y manager en los dos ligas más importantes de México.

 

Tantos años brillando, mostrándose como un pelotero y manager excepcional que encontró en Culiacán la tierra para vivir sus mejores años como manejador. Sus años dorados fueron color guinda.

 

Con los Tomateros a lo largo de 14 años dirigió 785 juegos  dejando record de 436 triunfos y 349 derrotas; llevó al equipo trece veces a la postemporada, a siete series finales, a 57 victorias en playoffs, a seis campeonatos de liga a dos campeonatos en Series del Caribe.

 

A finales de 2015, don Juan Manuel reconocía: “la decisión más difícil que he tomado a mi pasado por el béisbol ha sido despedir a Paquín y lo decidí porque somos amigos. Le dí la oportunidad de ser manager y me pagó haciendo al equipo seis veces campeón. Un tipazo.”

 

Paquín a su vez refería “con Juan Manuel hay una línea de respeto muy clara. El me trajo para dirigir al equipo, él no se mete, no me impone jugadores, respeta mis decisiones, tanto las buenas como las malas”.

 

Ante el “patrón”, Paquín Estrada defendía a sus jugadores tanto como pudiera hacerlo. En esos lunes de juntas, a la que acudía “acuerpado” por sus coaches, sabía el sonorense que habrá reclamos de Equis o Zeta peloteros., parecía estar preparado. Ley López se exaltaba, Paquín lo trataba de serenar y al final la recurrente “no me chingues Paquín”.

 

Todos y cada uno de los peloteros del equipo eran rastrillados en talentos y aptitudes, Paquín externaba, parco, sus opiniones. “este va a llegar, este no nos va a ayudar”. Nunca llegaba con enojos ni rencores atravesados.

 

Algunos peloteros que dieron motivo para pláticas especiales entre Paquín y don Juan Manuel Ley fueron, entre otros, Nelson Barrera, Aurelio López,Adán Amezcua y Benjamín Gil.

 

Años después de que Paquín enfermara y necesitara ayuda, decía el empresario “No voy a ayudar a Paquín el que fue mi manager, voy a ayudar a mi amigo”.

 

Apenas el final de la vida corta los ciclos, Murió don Juan Manuel en 2016 y en la charla en corto, con la sonrisa triste, Paquín reconociendo “no me chingues Juan Manuel. Se le fue el amigo.

 

Ante su partida, no queda sino reconocer la trayectoria de Paquín Estrada como una etapa marcada por el éxito deportivo y un marcado arraigo en la comunidad, al contribuir a que en los equipos donde actuó, se consolidara el sentimiento de orgullo y pertenencia, siempre destacándose como un ciudadano respetuoso y quien de su trabajo en el deporte, hizo su mejor contribución para dar ejemplo a las nuevas generaciones.


En el resumen final, en la despedida a un Grande, podemos decir que Francisco “Paquín” Estrada logró, por sí mismo, pavimentarse el camino de la realización personal y profesional.

 

Descanse en paz Paquín. La eternidad beisbolera lo estaba esperando.

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